Cantidad de bombas atomicas necesarias para la detrucción total del planeta Tierra
¿Vives en una gran ciudad? Ya se detuvo a pensar si una bomba atómica es suficiente para diezmar a su casa y todo lo que hay alrededor Y cuántas son necesarias para acabar con la Tierra o la Luna
Pues este fue el cálculo del diseñador gráfico Maximilian. Lo que hizo fue crear varias infografías que muestra el número total de estas terribles armas; que sería utilizado para acabar con algunas de las principales ciudades de los Estados Unidos, para desaparecer con todo el país o, incluso, para acabar con el planeta.
Cuantas bombas atómicas destruirían el planeta Tierra?
La idea de Maximilian fue crear comparativos, trayendo el poder de la destrucción de algunas de las más famosas bombas atómicas ya creadas por la humanidad, desde la Little Boy, conocida por haber sido utilizada en la Segunda Guerra Mundial, hasta la Bomba Tzar, la más potente desarrollada hasta el día de hoy.
Gizmodo trae todas las imágenes creadas por el diseñador. En ellas es capaz de encontrar algunas pequeñas piezas de información comparativa, como el poder de la destrucción de las bombas y el radio de alcance de cada explosión.

Además, ellas también muestran cuántas serían necesarias para hacer volar a la ciudad de Nueva York, la Luna o la Tierra.
A pesar de los cálculos muestran que serían necesarios casi 16 mil de las Zar Bomba para acabar con nuestro planeta, Maximilian cree que mucho menos de ese terrible material ya sería capaz de acabar con la raza humana.
En la imágen que veremos a continuación, veremos la cantidad de bombas atómicas “de las grandes” que se necesitan para destruír por completo el planeta Tierra. Cada bomba gris en la imagen representaría a 1000 de ellas. En total se necesitarían 1.241.166. Y al día de hoy hay 10.227 (en color amarillo)
Faltan algunas, pero no faltará tiempo para que las fabriquen, seguro.
A pesar de toda la tecnología que tenemos actualmente, el odio y racismo siempre está afectando los intereses de cada país, sería bueno tener una hermandad entre cada país, para que estas armas nunca fueran utilizadas.
Ninguna persona saldría beneficiada, la destrucción nunca va a ser ganancia.